Renovar el compromiso con la justicia, la paz y la integridad de la creación

La tarde del 4 de septiembre estuvo dedicada a la reflexión sobre Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC). El tema fue presentado por el delegado del Ministro General de los Frailes Menores Conventuales para JPIC, fray Michael Joseph Lasky. Para introducir el tema, el hermano Michael definió JPIC como “el acrónimo más incomprendido de la Iglesia”, precisamente porque las palabras que lo componen -por ejemplo “paz” y “justicia”- a menudo se ven “como algo que sólo está relacionado con cuestiones políticas o movimientos económicos en lugar de cuestiones morales que nos conciernen a todos”.

A partir del encuentro de Francisco con el leproso, el hermano Michael releyó la historia del poverello, subrayando que ese encuentro provocó en su corazón un cambio profundo, tan radical y duradero, que lo llevó “a un cambio de ADN” (cf. Test. 1). En la época de Francisco, la naturaleza, pero también las personas, eran vistas a menudo como algo que había que dominar, y él era un hijo de su tiempo; el cambio de perspectiva le llevó a reconocer que en ellos hay una huella del Creador. De ahí la consecuencia: se definió a sí mismo y a su comunidad como “hermanos menores”.Entrando en el corazón del tema, el hermano conventual exploró cada uno de los términos del acrónimo JPIC: “Justicia“. Partiendo de la expresión popular “la justicia es ciega”, subrayó, en cambio, la importancia de saber mirar la vida y a los demás con los ojos del corazón, para reconocer su valor; de esta manera se promueve su dignidad, con actitudes concretas y gestos de solidaridad hacia quienes sufren y más necesitan. Así se asumen los mismos sentimientos de Cristo.

Paz”. No se trata sólo de una ausencia de conflictos, sino de una orientación vital que reconoce el modo dinámico en que el reino de Dios se desarrolla en nuestras vidas, lo acoge, lo hace nuestro y lo comunica a los demás. De aquí surge una superación de los miedos, en varios niveles, que da paso a la esperanza, a la plenitud del bien compartido, al shalom. El tercer término: “lntegridad de la creación”. El hermano Michael comenzó con un lema: “la creación contiene nuestras historias; al mismo tiempo nuestros hermanos ríos y montañas tienen sus propias historias”. Nuestras historias, nuestras biografías, están marcadas por la creación, el entorno y los lugares donde vivimos. El relato, es decir, saber reelaborar toda esta conexión, abre una mirada atenta hacia la creación, la obra de Dios. La creación nos conecta entre nosotros (estamos todos en la misma casa común) y con Cristo encarnado.

El hermano Michael también presentó un rasgo de la experiencia espiritual de Santa Clara, centrada en la oración, destacando 4 elementos que pueden nutrir nuestro ADN franciscano. Ellos son: mirar a Cristo, a partir de la cruz (desde aquí se abre el corazón para ver al crucificado en la historia); considerar el vínculo con el Señor, y el deseo de profundizarlo (de ahí la belleza de los vínculos, de las amistades); contemplar el amor de Dios que reposa en la debilidad (de ahí saber ver a los demás tal como son); imitar las acciones de Cristo (de ahí el anuncio de la paz).Al concluir su presentación, el hermano Michael narró algunos ejemplos concretos, tomados primero de la biografía de San Francisco y luego de hechos de nuestro tiempo: acontecimientos dramáticos, situaciones de pobreza, acciones de frailes en situaciones de necesidad tomadas de diversas partes del mundo, etc. Finalmente, un breve debate durante la reunión permitió aportar más ideas o pedir aclaraciones.


DSC08399

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *