Colaboración y formación en la Orden

Roma, 9 de septiembre de 2024. El fin de semana del 7 y 8 de septiembre estuvo marcado por la peregrinación a los lugares santos franciscanos de Asís y Alvernia. Allí los frailes pudieron renovar sus votos y enriquecer su espíritu recorriendo los caminos del Seráfico Padre, especialmente en el monte Alvernia donde solía ir a orar y donde recibió el don de los estigmas el 17 de septiembre de 1224. Para muchos hermanos esta peregrinación será un signo que permanecerá en la vida como un tesoro precioso.

De regreso a Roma, los frailes dedicaron la mañana del lunes 9 de septiembre a profundizar en el tema de la colaboración y la formación. Fue presentado por los hermanos Charles Alphonse y Jaime Rey Escapa, Secretario y Vicesecretario del Secretariado General de Formación. El informe que presentaron describió el camino formativo emprendido por la Orden en los últimos seis años, el lento pero hermoso proceso de implementación de la Ratio formationis, los desafíos y oportunidades de la colaboración y formación, y algunas recomendaciones y perspectivas. Lo que presentaron a los capitulares es el resultado de un paciente camino durante el sexenio de visitas a las casas de formación en todo el mundo, de encuentro con los formadores y de escucha de los estudiantes en formación, de reflexión y análisis en profundidad de los datos recogidos, y de otros muchos contenidos siempre iluminados desde los valores básicos de nuestra vocación franciscana. La colaboración entre las Circunscripciones al interno de las Conferencias para la formación inicial es un valor muy importante para la Orden hoy. Es vital.

Fray Charles inició la presentación recordando que para un auténtico camino de formación y colaboración, el fraile (sea el formador como el formando) debe estar arraigado en su cultura desde la cual pueda tejer un diálogo intercultural. A partir de esta introducción, fray Jaime tomó la palabra para presentar algunas indicaciones para orientar la formación. Entre ellas destacamos: la autenticidad en la transmisión del carisma, la formación de formadores, la necesidad de repensar los modelos de formación para evitar el clericalismo, el tema de la pobreza, el uso de las redes sociales, la creación de espacios de comunión personal y fraterna, nuestra forma de estar en el mundo.

PLuego, los dos secretarios pasaron a hablar del número de jóvenes en formación: la Orden, según las últimas estadísticas, cuenta con 2.385 hermanos en formación (entre ellos 1.570 postnovicios, 315 novicios y alrededor de 500 postulantes y aspirantes). Ante estos datos, fray Jaime reconoce la bendición del Señor, que para ser fructíferamente aceptada requiere un notable compromiso por parte de la Orden en la preparación de un número suficiente de formadores. Luego recordó que “la formación, siendo el arte de discernir y acompañar en fraternidad“, requiere no sólo formadores individuales, sino también fraternidades debidamente preparadas para este servicio. Los mejores frutos de la colaboración en la formación inicial se producen cuando es posible crear equipos de formadores que trabajen juntos, cuando las estructuras existentes se ponen en sinergia para una buena ubicación de las casas de formación y cuando el corazón se abre con generosidad para apoyar, desde todos los puntos de vista, la formación de los jóvenes.

Al finalizar la presentación, los frailes se dirigieron a los grupos para profundizar en el tema, teniendo previsto regresar a las aulas por la tarde para el habitual momento de intercambio y discusión.

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